ISA niega acuerdo con Venezuela y alerta riesgo de sanciones internacionales

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La promesa de hermandad choca con el panorama internacional. ISA niega acuerdo con Venezuela y advierte riesgos legales y reputacionales, mientras el Gobierno insiste en reactivar la interconexión eléctrica pese a posibles sanciones internacionales.

La traición a la confianza y jugarse el patrimonio por un régimen

Recuerdo cuando la diplomacia se ejercía con la verdad por delante. Ahora, sentimos que nos empujan hacia un abismo. Desde las más altas esferas del poder se mantiene una insistencia peligrosa por reanimar un vínculo eléctrico con Venezuela, inactivo desde 2013.

Presidente Gustavo Petro, te creímos cuando dijiste que la prioridad era nuestra autosuficiencia, nuestro mercado. Sin embargo, la intención de enviar recursos o servicios a la dictadura de Nicolás Maduro pone en riesgo la estabilidad del país por un capricho político.

La consecuencia más grave no es solo un cable desconectado, sino la posibilidad de que todo nuestro sector energético quede contaminado por las sanciones de Estados Unidos (OFAC). Si empresas colombianas como ISA o filiales de EPM se ven obligadas a negociar o ceder infraestructura a entidades sancionadas, el país entero podría enfrentar un riesgo de contagio, con efectos devastadores para millones de usuarios.

El muro de la ley frena la movida diplomática

La respuesta de ISA, la joya de la corona energética de Colombia, es la voz de la sensatez ante la imprudencia. Al declarar que niega cualquier acuerdo y que su Junta Directiva nunca ha avalado gestiones para la interconexión con Venezuela, la compañía actúa como un dique legal y moral.

Una advertencia contra la imprudencia oficial

Nos fallaron al intentar forzar acuerdos sin la debida diligencia, ignorando los riesgos internacionales. Este comunicado lo evidencia: el intento de reactivación surgió de “acercamientos promovidos por firmas privadas y gestiones del Ministerio”, una maniobra que evade el cumplimiento del marco legal y los principios de operación.

La sensatez como última defensa

La única Reforma electoral que importa ahora es la de la sensatez. El contraste con el pasado es amargo: antes se valoraba la protección del patrimonio público; hoy, se intenta ponerlo en jaque por acuerdos para reactivar interconexión eléctrica que solo benefician a un régimen.

La lección es clara: el “hermanamiento” no puede costar la tranquilidad financiera y reputacional de toda una nación.

Te invitamos a profundizar sobre este tema en nuestra investigación el Pacto Petro-Maduro: así se prepara la importación de Gas.

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