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Universidades de papel: Petro desembolsó 550 mil millones de pesos

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La promesa de Petro de llevar educación superior a zonas vulnerables se desvanece. PetroLeaks expone que el contrato de $745.000 millones con Findeter y MinEducación ha girado $550.000 millones, pero a 8 meses de su fin, el avance no llega ni al 20 %, un retraso que evidencia que se trata de universidades de papel.

Educación en deuda: promesas que terminan en universidades de papel

En febrero de 2025, Petro reconoció durante el consejo de ministros que la cartera de Educación tenía un nivel de incumplimiento del 95 % en sus metas. Esto a pesar de que el Ministerio es clave por ser una bandera de la campaña Petro y por ser una de las peticiones que hicieron los jóvenes durante las movilizaciones de 2019 y 2021, que lo catapultaron como uno de los candidatos preferidos por los manifestantes.

Pese a la alocución que hizo hace unos días, en la que resaltó avances en materia educativa, el contrato que concentra sus principales banderas de acceso a la educación sigue rezagado, evidenciando una brecha entre el discurso y la ejecución real.

El contrato en cuestión: Petro 550 mil millones y Findeter

En el papel, el contrato inicial de 500 mil millones de pesos (medio billón) buscaba armar y ejecutar 25 proyectos para reducir brechas de infraestructura física y tecnológica en la educación superior en 14 municipios durante 2023 a julio de 2026.

Findeter y las irregularidades del contrato

El contrato fue firmado entre la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) y el Ministerio de Educación. La primera es una entidad estatal que, según La Silla Vacía, se ha convertido en un fortín burocrático durante el gobierno Petro luego de entregárselo a 10 congresistas liberales, conocidas como las “Sin piedad“, a cambio de su apoyo en la agenda legislativa en el Congreso.

Su actual presidente es Juan Carlos Muñiz, un administrador de empresas del Atlántico cercano a la representante liberal del mismo departamento, Jezmi Barraza.

Más allá de quiénes están a la cabeza de la entidad, el contrato ya muestra irregularidades en lo que serían universidades de papel debido a los retrasos evidentes.

Avances mínimos en los informes

Los informes de avances trimestrales muestran que el contrato se ha modificado de forma constante sumando proyectos y adicionando recursos. Esto a pesar de que, después del primer año de ejecución, el contrato parece estancarse.

Los informes que revisó PetroLeaks en el Secop muestran que, en el primer trimestre (21 de noviembre de 2023 al 20 de febrero de 2024), a Findeter se le asignaron 14 de los 25 proyectos iniciales y el avance del contrato fue de 1,73 %.

Para noviembre de 2024, cuando el contrato cumplía su primer año, la entidad reportó 33 proyectos y un avance del 16,59 %. Ese mismo mes se modificó una cláusula y se adicionaron 245 mil millones de pesos, con lo cual el contrato ascendió a 745 mil millones de pesos.

Proyectos estancados: universidades solo en papel

Entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, el avance subió apenas dos puntos (18,96 %). De febrero a mayo de 2025 avanzó menos de un punto (19,21 %).

Aunque hay proyectos que según el informe presentan un avance del 100 %, solo corresponden a estudios técnicos iniciales. Eso confirma que muchas de estas iniciativas siguen siendo universidades de papel.

Ejemplos: la construcción de la segunda etapa de la Biblioteca del Instituto de Educación Técnica Profesional de Roldanillo (Valle) y la sede Agroindustrial de Anserma (Universidad de Caldas), cuyos avances son apenas de papeleo.

Otros proyectos están aún más rezagados, como la sede de la Universidad del Cauca en Guapi, que no supera el 10 %.

La entrega del dinero y los desembolsos

PetroLeaks encontró que el último informe trimestral, con corte a mayo de este año, además de no reportar un avance importante (pues la ejecución aún no llega al 20 %), también presenta otras irregularidades.

En la primera parte, cuando Findeter reporta el balance general, indica que de los 745 mil millones de pesos del valor del contrato el gobierno solo había pagado 225 mil millones. Sin embargo, existen constancias de al menos tres pagos certificados:

  • 50 mil millones de pesos (primer desembolso). Fuente: SECOP.
  • 225 mil millones de pesos (tercer desembolso). Fuente: SECOP.
  • 245 mil millones de pesos (adición al contrato). Fuente: SECOP.

La primera irregularidad es que debían existir dos constancias de pago en el Secop por 225 mil millones, pero solo aparece una que figura como “un tercer desembolso”, lo que hace pensar que hubo uno anterior que no está registrado en la plataforma.

A pesar de estas inconsistencias, los informes no señalan retrasos en los pagos. Por el contrario, afirman que los recursos han sido girados en su totalidad y según lo acordado: en otras palabras, el 100 % del contrato ya fue desembolsado, mientras la ejecución apenas bordea una quinta parte.

Universidades de papel: símbolo de la brecha entre discurso y realidad

Los informes muestran que, a menos de un año de que termine el contrato, el Ministerio de Educación ha pagado el 100 % del valor, pero la ejecución no llega a una tercera parte.

Los retrasos no han impedido que se sigan sumando proyectos al contrato, que hasta ahora son universidades de papel.

Mientras ese contrato cercano al billón de pesos sigue estancado, la ilusión de una de las principales promesas de Petro —construir sedes universitarias y colegios como parte de convertir a Colombia en una sociedad del conocimiento— se diluye.

Este es solo el comienzo del entramado que rodea a Findeter, donde el dinero de la educación se escurre entre favores políticos y votos comprados. Mientras las universidades siguen en el papel, el poder se reparte sin control.

Daniel Rojas, protagonista de una polémica sin respuestas

En la próxima entrega revelaremos los nombres, contratos y maniobras que sostienen este escándalo. Conocerás todos los detalles de los 80.000 millones de pesos que vinculan directamente al ministro de Educación, Daniel Rojas, y cómo estas decisiones han generado cuestionamientos a los que tendrá que responder.

Preguntas frecuentes sobre universidades de papel en Colombia

¿Qué son las universidades de papel?

Una universidad de papel se entiende como un proyecto de educación superior que ha sido proyectado y presupuestado; pero que no se ha materializado en infraestructura, programas académicos ni funcionamiento real, quedando únicamente como una propuesta en documentos oficiales.

¿Por qué se les llama “de papel”?

Porque existen únicamente en documentos, presupuestos o registros, pero carecen de una realidad académica sólida: no cuentan con estudiantes, profesores calificados, infraestructura ni reconocimiento legal.

¿Qué consecuencias tienen las universidades de papel para el país?

Generan pérdida de recursos públicos y privados, afectan la confianza en el sistema educativo y dejan a miles de estudiantes sin oportunidades reales de formación y trabajo.

¿Qué es la educación superior en Colombia?

En Colombia, la educación superior reúne todos los programas y títulos oficiales que se cursan después del bachillerato. Su misión es preparar a los jóvenes y profesionales no solo para el ejercicio laboral, sino también para la investigación y el aporte al desarrollo social del país.

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