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¿Diplomacia en duda?

¿Se acabaron los requisitos? el gobierno quiere poner a “cualquiera” como Embajador

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El gobierno elimina el inglés como requisito para embajador, generando dudas sobre la calidad y profesionalismo de la diplomacia colombiana.

La Cancillería publicó un borrador de resolución que elimina el inglés como el requisito de un segundo idioma, para el nombramiento de embajadores.

La propuesta, impulsada por el presidente Gustavo Petro, lo justifica como una forma de democratizar los cargos diplomáticos, permitiendo que “el hijo del campesino” pueda ser embajador.

Sin embargo, esto levantó una fuerte preocupación sobre la reputación del país y la eficacia de su diplomacia internacional, pues el dominio de un segundo idioma podría dificultar la comunicación y la negociación.

¿Qué pasa si se elimina el inglés como requisito?

La eliminación de todos los requisitos: La directriz del presidente Petro, dio pie para que se eliminen todos los requisitos en el Servicio Diplomático. Esto no solo va en contravía de los años de preparación que requiere esta labor, sino que incumple directamente una promesa de campaña, según la cual las embajadas serían ocupadas por personas de carrera diplomática.

La justificación oficial: El borrador argumenta que el conocimiento de un segundo idioma no es “esencial”, ya que ninguna ley lo exige de manera explícita. Además, sostiene que se busca implementar “acciones afirmativas” para dar mayor representación a grupos históricamente subrepresentados.

Precedentes de nombramientos caídos: La necesidad de un segundo idioma no es un capricho. La justicia ya ha anulado al menos dos nombramientos de este gobierno (Armando Benedetti y Guillermo Reyes) por no cumplir con el requisito.

Nombramientos políticos sin límite: Aunque es una práctica común que los presidentes “premien” a sus aliados con cargos de embajadores, el requisito del segundo idioma ha servido como un filtro mínimo de idoneidad. La eliminación de este requisito abre la puerta a nombramientos puramente políticos, sin importar la preparación técnica o comunicacional del funcionario.

Un debate sobre la meritocracia: La propuesta ha generado un debate sobre si se debe priorizar la inclusión social a expensas de la meritocracia y los requisitos técnicos que demanda el servicio exterior.