Gobierno

Criptomonedas

Criptomonedas corruptas: el terrorismo digital y la fuga del gobierno Petro

Compartir

temas

Investigación de Petroleaks revela cómo se usa criptomonedas vinculadas a terrorismo digital y cibercrimen para financiar propaganda política del gobierno Petro.

En PetroLeaks descubrimos que Pluralidad Z, un medio digital alineado con el gobierno y promotor de figuras de amigos del presidente Gustavo Petro como Hollman Morris y su precandidato presidencial Daniel Quintero, opera con una criptomoneda que recibe fondos desde una wallet previamente reportada en investigaciones internacionales por financiamiento al terrorismo y cibercrimenes.

Antes de que Morris llegara a la gerencia de RTVC (Radio Televisión Nacional de Colombia), Pluralidad Z ya lo blindaban mediáticamente, incluso frente a denuncias por acoso, exponiendo a las víctimas y minimizando las denuncias por abuso y acoso sexual. Hoy aplican la misma estrategia con Quintero, a quien posicionan con artículos, videos y pauta disfrazada, mientras el dinero circula sin dejar rastro bancario, a través de una red de billeteras digitales.

Lo que revelamos en esta investigación es una operación de propaganda financiada con mecanismos que combina criptofinanzas, desinformación y poder político sin rendición de cuentas, es decir, las cuentas claras.

Financiación del terrorismo y ciberestafas

“Los dueños de estas billeteras están haciendo una enorme inversión en terrorismo en Rusia y Europa del Este. Aléjese de cualquier relación con estos criminales y simpatizantes del terror”, advierte el reporte de BreadCrumbs sobre una dirección de criptomonedas que recibió el el 14 de marzo de 2023 una transferencia de 0.0071 de BitCoin o BTC, equivalente a 172 dólares a Pluralidad Z.

El rastreo financiero muestra que la wallet vinculada al portal no está aislada: recibió dinero proveniente de una billetera previamente identificada por apoyar actividades terroristas, lo que conecta directamente a este medio, que se presenta como plural e independiente pero que en realidad opera alineado con el gobierno, con un flujo de recursos opacos y de alto riesgo.

La investigación, verificada con ChainAbuse, rastrea que esa ruta de dinero se conecta además con metatrade365.com, plataforma denunciada por estafa y lavado digital, que ofrecía supuestas inversiones y ganancias irreales para luego desviar fondos a wallets sin retorno. En ese mismo circuito fueron detectadas transferencias hacia el financiamiento de la invasión rusa a Ucrania.

La billetera digital en cuestión, identificada como 38Soin…dMyE, fue publicada por Pluralidad Z desde el año 2020 de acuerdo a la herramienta de rastreo de código abierto como mecanismo de donación ciudadana, a través de Bitcoin y Litecoin, dos criptomonedas.

Propaganda política y tráfico digital

Financiar propaganda política ya no solo depende de contratos estatales ni de favores burocráticos, sino del tráfico digital. Con 167 mil seguidores en X, Facebook e Instagram, Pluralidad Z se ha consolidado como un activo dentro de esa economía de audiencias.

Pese a un nombre que sugiere diversidad, el medio funciona como engranaje del ecosistema alineado con el gobierno, dedicando semanalmente artículos, videos y reels a promocionar a Daniel Quintero, exalcalde de Medellín y ahora aspirante presidencial, con una estrategia evidente: que el candidato que paga pauta luzca también como el más legítimo.

De acuerdo a Internet Archive, el presunto medio digital Pluralidad Z en su sección “apóyanos”, colocaba dos códigos Qr y direcciones de dos billeteras digitales de BitCoin y Ethereum para recibir “donaciones”. El análisis de las transacciones en blockchain revela que su billetera de Bitcoin (38Soinp6j8pEXtheYrmQShFthEE8gMdMyE) recibió seis transferencias entre 2022 y 2023. La más preocupante ocurrió el 14 de marzo de 2023, cuando una billetera digital internacional registrada por usos mal intencionados y cibercrimenes en ChainAbuse es una base de datos pública donde se reportan y registran direcciones de criptomonedas vinculadas a estafas, fraudes o actividades criminales.

Este ingreso coincide con un momento clave en el escenario político nacional: los primeros seis meses del gobierno Petro, etapa en la que Pluralidad Z comenzó a intensificar su producción editorial. Durante ese periodo, el portal no solo defendió activamente al exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, sino que también impulsó las agendas políticas de figuras como Esteban Restrepo, mano derecha del exalcalde Daniel Quintero y Gustavo Bolívar, exdirector de Prosperidad Social en este gobierno y precandidato presidencial.

Al mismo tiempo, el medio lanzó ataques sistemáticos contra sectores de oposición y contra periodistas independientes, entre ellos el concejal Daniel Briceño, del Centro Democrático, a quien calificaron como “el cachaco oportunista que aboga falsamente por los costeños”.

Cómo rastrear Blockchain

La tecnología blockchain es inherentemente rastreable porque funciona como un registro público, descentralizado y de código abierto, donde cada transacción queda grabada de forma permanente en bloques enlazados cronológicamente.

A diferencia de los sistemas bancarios tradicionales, la información en una blockchain como Bitcoin o Ethereum no puede ser modificada ni eliminada, y está accesible para cualquier persona a través de exploradores públicos. Esta transparencia permite seguir el flujo de fondos desde una billetera a otra, identificar patrones de comportamiento e incluso vincular transacciones a redes criminales, siempre que se cuente con las herramientas de analítica adecuadas.

Noticias falsas desplegadas entre 2022 y 2023 mientras Pluralidad Z recibió dineros de billetera digitales relacionadas con terrorismo y cibercrimenes.

Noticias falsas y desinformación

La retórica de Pluralidad Z no es casual. El portal ha centrado su estrategia en conectar con audiencias jóvenes, especialmente en redes sociales como TikTok, Instagram y X (antes Twitter), donde adapta sus mensajes con un estilo gráfico llamativo, lenguaje cotidiano y formatos virales. En apariencia, se presenta como un medio alternativo.

En la práctica, funciona como un brazo de propaganda con una audiencia cautiva y con ingresos imposibles de rastrear por canales oficiales. Además, es un medio que ha sido verificado por otros, como Colombia Check sobre difusión de noticias falsas.

A diferencia de los contratos públicos, las transferencias en criptomonedas no están sujetas a verificación a través del SECOP, la base de datos de contratación pública de Colombia. Tampoco deben ser reportadas ante la DIAN, que gestiona el sistema tributario en el país; ni vigiladas por la UIAF, cuya función es prevenir y detectar operaciones de lavado de activos, financiación del terrorismo y proliferación de armas.

Hoy en Colombia no existe ninguna legislación que obligue a los medios digitales a justificar el origen de los recursos que reciben mediante criptodivisas. Esta opacidad crea un terreno fértil para que actores externos, incluso aquellos vinculados a conflictos armados o ciberterrorismo, financien campañas mediáticas sin que exista ningún tipo de control institucional.

Riesgo democrático y propaganda en criptomonedas

El problema, por tanto, va más allá de la veracidad de los contenidos publicados por Pluralidad Z. Lo que está en juego es el origen del dinero que financia esas operaciones. Si ese dinero proviene de billeteras marcadas por actividades ilegales, como ocurre en este caso, la pregunta es urgente: ¿estamos ante un caso de propaganda sostenida por capital extranjero no declarado y posiblemente vinculado a redes ilegales?

Este no es solo un caso de desinformación, es un síntoma de cómo las nuevas formas de financiamiento digital, sin regulación ni auditoría, pueden infiltrar el debate público y desestabilizar las reglas del juego democrático. Mientras el Estado sigue mirando hacia otro lado, la propaganda sigue cobrando en Bitcoin.

Este hallazgo no surge en el vacío: no es el primer antecedente en el que las criptomonedas aparecen vinculadas a escándalos de corrupción bajo el actual gobierno. Como ya ocurrió con el caso de la UNGRD y las denuncias que tocaron a congresistas y aliados del petrismo, hoy se repite la misma fórmula, pero con un matiz aún más delicado: el financiamiento de la desinformación y la propaganda política a través de criptoactivos conectados con redes criminales internacionales.

La diferencia es que, mientras en el pasado el dinero ilícito se movía en sobres y fajos de billetes, hoy circula en transacciones digitales anónimas que financian campañas, blindan candidatos y erosionan la transparencia democrática en Colombia.